¿Cuál es el
Gobierno de Dios?, por Don Roth. Agosto 2005
¿Cuál es el Gobierno de Dios?
¿Cuál es el Gobierno de Dios? O más a nuestra actualidad, ¿qué constituye el
Gobierno de Dios en la Iglesia y cómo funciona?
Antes de que estas preguntas puedan ser respondidas, se debe reconocer cuál es
la verdad más central de Dios. ¿Para qué fue creado el hombre? La respuesta a
esta pregunta está atada a la más maravillosa verdad con que Dios ha bendecido
Su Iglesia, y las mismísimas respuestas a este gran “por qué” descansan en esto.
¿Por qué vivimos? ¿Cuál es el propósito de nuestra existencia? Todo lo que vemos
en el mundo es muerte como el producto final de esta vida, lo cual es lo que los
académicos de los grandes sistemas educativos enseñan. Para ellos la vida es un
accidente con la muerte como consecuencia.
Las religiones de este mundo enseñan que la muerte culmina en una existencia sin
obras de un alma inmortal en el cielo (la visión beatífica
[f. Rel. Acto de ver a Dios, en el cual consiste la bienaventuranza.
(RAE)]). La verdad es que el Gran Creador Dios está
formando Su familia. Rom 8:12-15, “Así que, hermanos, somos deudores, no a la
carne, para vivir conforme a la carne, porque si vivís conforme a la carne,
habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne (la no ley), viviréis. Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Pues no habéis recibido un
espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido
un espíritu de adopción (el ser hijo) como hijos, por el cual clamamos:
¡Abba, Padre!”
Estas palabras llegan justo al corazón de nuestra humana existencia: Padre - mi
Padre, o Papito Padre. Este es un término Arameo para dirigirse a alguien, un
término personal de verdadera relación. Esta verdadera relación de paternidad
nos está diciendo que somos Su simiente. Él no está reproduciendo perros o
gatos, o almas que vivan para siempre, sino HIJOS; y estos hijos reflejan Su
propia existencia.
Encontramos este término “Abba Padre” tres veces en el Nuevo Testamento. Cristo,
el Hijo obediente, se llega a Su padre con lágrimas, usando este término de
súplica en el momento más crítico de Su vida física. En Marcos 14:36, “Y
decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta
copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.” Esta es una
perfecta y conmovedora imagen de un Padre y un Hijo enfrentando un tiempo
crítico para ellos y Su plan de creación.
Como se nota en Rom 8:15, Pablo nos muestra que tenemos el derecho de clamar a
nuestro Padre, justo como lo hizo Cristo. El tercer lugar en que se usa este
término es en Gal 4:6, “Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de
su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!” De nuevo esto
muestra al Padre y al Hijo en el proceso de crear una familia, demostrando que
podemos clamar al Padre como Su Primogénito lo hizo.
LA CREACION DE LA FAMILIA DE DIOS CONTIENE EL SECRETO DE SU GOBIERNO
Si vamos a entender Su verdad, es necesario entender cómo Dios está creando Su
familia, lo cual está atado al elemento más central de ese plan.
Cada familia está compuesta de individuos, entonces es el desarrollo del
individuo lo que es la clave. La familia no puede vivir en paz o felicidad a
menos que cada individuo tenga su mente dirigida a vivir de manera armoniosa.
Entre más nos adentramos en esta pregunta central, encontramos que Herbert. W
Armstrong resumió la respuesta en su libro MYSTERY OF THE AGES (página 69 en
pasta gruesa, página 58 en pasta blanda).
Cita: “Pero había una cualidad súper-importante que aun los poderes creativos de
Dios no pudieron crear instantáneamente por mandato - el mismo CARÁCTER
perfecto, santo, justo, inherente en ambos Dios y la Palabra.
Este tipo de carácter debe ser DESARROLLADO por la ELECCION y la INTENCION de
aquel en que llegará a existir.
Así que, señale bien esta súper-importante y clara verdad - ese perfecto, santo
y justo CARÁCTER es la suprema hazaña de realización posible para el Dios
Todopoderoso, el Creador - también es el medio para Su último supremo propósito,
¡Su objetivo final!
Pero, ¿CÓMO?
Repito, ese carácter perfecto debe ser DESARROLLADO. Requiere la libre elección
y decisión de la entidad separada en que será creado. Pero, más allá, incluso
entonces debe ser inculcado por y del Santo Dios quien, solo Él, tiene ese
carácter para dotar.
EL PROGRAMA DE DOS PARTES DE DIOS
Esta meta primaria que Dios ha fijado está compuesta de dos partes. La primera
parte nos dice qué se hará - la creación de un carácter justo. Lo segundo es
cómo se logrará - a través de la libre elección.
Dios, por elección, ha hecho al hombre un agente de moral libre. Eso es, que
fuimos creados como seres independientes, teniendo la habilidad de pensar,
planear, construir, resolver problemas de gran complejidad, ilimitados, de
elegir entre lo correcto y lo incorrecto, y en esto está el gran secreto
(¿misterio?). Con algunas pocas excepciones, Dios ha permitido que el hombre
haga lo suyo propio, y el hombre ha acumulado un terrible registro de
destrucción, tortura y muerte. El mismo registro de la historia del hombre
(guerras con destrucción, hambruna y enfermedades) prueba que le fue dada libre
elección, aun si esto significaba tomar la decisión incorrecta.
La afirmación que hace Dios acerca de Abraham en Gen 22:12, “Y el ángel dijo:
No extiendas tu mano contra el muchacho, ni le hagas nada; porque ahora sé que
temes a Dios, ya que no me has rehusado tu hijo, tu único.” es la
demostración basada en hechos de este principio. De hecho, Dios probó a Abraham
con algo más querido por él que su propia vida, la vida de su hijo, requiriendo
que él tomara la más difícil decisión de su existencia. Él fue puesto en una
posición en que debía elegir: seguir las instrucciones de Dios o lo que dictaba
su corazón para preservar la vida de su hijo. Cuando él toma el cuchillo para
sacrificar a su hijo, Abraham le demostró a Dios que su decisión fue seguirlo a
Él con una fe inquebrantable.
¿Cómo es esto en el trabajo en la Iglesia y cómo afecta ese Gobierno?
Volverse una parte del Cuerpo (la Iglesia) no es nuestra propia elección. Esta
decisión es tomada de manera independiente a nosotros. Juan 6:44, “Nadie
puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió” Versículo 65, “Y
decía: Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si no se lo ha concedido
el Padre” En Juan 15:16 leemos, “Vosotros no me escogisteis a mí, sino
que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto” Los
apóstoles Santiago y Pablo nos dan un mejor entendimiento de esto. Santiago
1:17-18, “Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende
del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. En el
ejercicio de su voluntad, Él nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que
fuéramos las primicias de sus criaturas.”
Ef 2:8, “Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no
de vosotros, sino que es don de Dios” (El Padre)
Cuando consideramos estas escrituras, es difícil ver libre elección. Si el Padre
llama a alguien y le da fe, ¿cómo puede ser esto libre elección? Eso es un
entendimiento correcto. A este punto no hay elección de nuestra parte, pero de
ahí en adelante la elección forma una parte fundamental.
LA LIBRE ELECCION EXPLICADA
Aquí está la explicación. Un niño que se deja solo podría concebiblemente captar
lo básico de matemáticas, esto es sumar y restar; pero sin un profesor sería
absolutamente imposible aprender un lenguaje existente. Aprender la verdad
de Dios se parece bastante a aprender un lenguaje existente. El individuo debe
tener el deseo de aprender y un profesor que lo instruya. El Padre elige a los
que serán llamados. Esto es hecho muy cuidadosamente, para que ninguno falle. I
Tim 2:3-4, “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno
conocimiento de la verdad.”
El Padre hace dos cosas cuando llama. Primero nos da un deseo de saber por qué
vivimos - por qué caminamos por esta Tierra. Segundo, comienza el proceso de
entender Su camino de vida. Él abre nuestras mentes para comprender qué está en
Su palabra, la Biblia. Como un niño aprendiendo un idioma.
¿No entendería cualquiera la verdad con solo leer? Después de todo solo
necesitan tomar la Biblia y leerla. Jesús nos dice en Mat 13:11, “Y respondiendo
El, les dijo: “Porque a vosotros (a los llamados de Dios) se os ha
concedido conocer los misterios del reino de los cielos, pero a ellos no se les
ha concedido.” Pero a los demás les es dicho en parábolas, que “viendo no
ven, y oyendo no oyen ni entienden.”
El hecho de que la gran mayoría de este mundo no entienda acerca de qué es Dios,
demuestra que es un misterio sin revelar. Puedes ir a las autoridades religiosas
de este mundo y ellos no te podrán decir lo que Dios está haciendo o por qué. La
mente humana debe ser abierta para entender.
Pablo usa esta palabra, “misterio”, que significa verdades escondidas o
secretas, 20 veces en seis de sus cartas, y Juan la usa cuatro veces en el libro
de Revelaciones.
Ef 1:3-5 dice, “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que
fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para adopción
como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad,…
(Versículo 9,)… nos dio a conocer el misterio de su voluntad, según el
beneplácito que se propuso en Él,…”
Estas escrituras muestran que el plan del Padre desde el inicio era llamar a
algunos a ser santos como Él es Santo. Que se volvieran hijos por medio de
Cristo, porque esa era Su voluntad. Él nos dio a conocer los misterios de Su
voluntad. (Él abre nuestras mentes para entender la verdad.)
Pero, ¿qué queremos decir con carácter justo?
De MYSTERY OF THE AGES, página 58 (pasta suave), “Carácter perfecto, santo y
justo es la habilidad en la entidad separada de discernir el camino verdadero y
justo del falso, para entregarse completa e incondicionalmente a Dios y Su
camino perfecto - ceder el paso para ser conquistado por Dios - poder determinar
aún contra la tentación o el deseo propio, vivir y hacer el bien. Y aún ahí ese
carácter santo es un don de Dios. Viene al cederle el paso a Dios para que Él
inculque SU LEY (el justo camino de vida de Dios) dentro de la entidad que así
desea y anhela.”
La base en las Escrituras para esta afirmación de Mr. Armstrong es Mt 5:48,
“Por tanto, sed vosotros perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.”
Lc 6:36-40, “Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es
misericordioso.” Y, “Un discípulo no está por encima de su maestro; mas
todo discípulo, después de que se ha preparado bien, será como su maestro.”
Ef 4:13, “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento
pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la
estatura de la plenitud de Cristo” Hb 1:3, “Él (Cristo) es el
resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza… (la del
Padre)”
En un sermón dado por Mr. Armstrong el 17 de Diciembre de 1983, llamado MISSION
OF THE PHILADELPHIA CHURCH ERA, él hizo la siguiente afirmación: “Ahora el
propósito de Dios era reproducirse. Reproducirse. Pero Dios es, primero que
todo, ¡UN CARÁCTER JUSTO ESPIRITUAL PERFECTO! Y el hombre no puede ser hecho
Dios hasta que el mismo CARÁCTER de Dios sea implantado en él. Y no podría ser
carácter a menos que el mismo hombre tome la decisión de recibirlo. Y a menos
que llegara no solo con el consentimiento del hombre, sino también con su deseo.
Y aun así tendría que venir de Dios, y Dios se lo daría, pero el hombre tendría
que tomar la decisión y quererlo. Y nosotros enfrentamos la misma cosa hoy en
día.”
Como se muestra en Hebreos, Cristo era un reflejo exacto del Padre. Si el Padre
hubiera caminado por la tierra, Él hubiera reaccionado exactamente como lo hizo
Cristo en las mismas circunstancias.
La aprobación del Padre hacia Cristo se registra primero en Mr 1:11, “y vino
una voz de los cielos, que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti me he
complacido.” La confirmación de Cristo se ve en Jn 15:10, “Si guardáis
mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor” Los mandamientos de Dios
son un reflejo de Su amor.
Es evidente en las escrituras que desarrollar el carácter de Dios a través de la
libre elección por parte del individuo es la instrucción primaria del Padre. Por
ende, TODAS LAS OTRAS CREENCIAS Y DOCTRINAS DEBEN ESTAR EN SUJECION CON
ESTA VERDAD CENTRAL. Muchas verdades de la palabra de Dios son seguidas
a cierto grado por aquellos que dicen representar al Padre y a Cristo. Mr.
Tkach, después de que Mr. Armstrong murió, hizo una lista de 18 verdades que Él
sentía fueron restauradas por Mr. Armstrong. Conspicuamente ausente de esta
lista está la instrucción principal de Dios. En el sermón del 17/12/1983 de Mr.
Armstrong (citado arriba), en el que resume las verdades que Él restauró, su
punto de inicio fue la creación del carácter de Dios a través de la libre
elección. Si alguien va a enfatizar alguna de estas 18 verdades subjetivas,
haciéndola la luz que guía a la Vida Eterna en el Reino de Dios, perderían la
dirección. Si una de estas 18 verdades enlistadas por Joe Takch, como el
gobierno, toma el lugar de la instrucción principal - el carácter a través
de un agente moral libre, o si la instrucción principal se pone junto al resto,
como se hizo en la lista de las 18 verdades, uno puede y será guiado por
mal camino, lo cual fue acertadamente demostrado por el colapso total de
la Iglesia de Dios. Ninguna de las iglesias de este mundo entiende esta verdad,
lo que explica la total confusión de sus creencias en conflicto.
Como el gobierno es el tema de este texto, puede ser fácilmente entendido que la
realización de un gobierno jerárquico que torcería estas verdades para ganar
control sobre el Cuerpo de Cristo no facilitaría el propósito de Dios para el
hombre.
Si a la iglesia y al ministerio de Dios se les mostrara cómo toda verdad sale de
esta verdad elemental de Dios creando Su carácter justo en nosotros, iría muy
lejos en traer conformidad y claridad a cuál palabra de Dios está siendo
enseñada y cómo debe enseñarse; cómo debe trabajar el gobierno de Dios y cómo se
debe tomar cada decisión. Actuaría como la luz de un faro, y la iglesia nunca se
perdería. Traería un grado de unidad que no ha sido visto desde la muerte de Mr.
Armstrong. Es la vara de medición perfecta para qué cosas enseñar y cómo
enseñarlas, y para qué cosas hacer y cómo hacerlas.
Esto es algo que no se puede solo decir, sino que debe ser la estrella que guía
al cuerpo hacia la verdad.
EL GOBIERNO NO LO ES TODO
El Gobierno en la Iglesia es importante - pero ¡NO LO ES TODO! Tiene su
lugar como una de las herramientas usadas para alcanzar la meta final. Es
necesario entender que gobierno es una palabra de acción - un verbo con la
siguiente definición en el diccionario Oxford del Inglés (1981).
#1 - (ver los sentidos de la palabra) a.) La acción de regir; ejercicio continuo
de autoridad sobre la acción de súbditos o inferiores; dirección autoritaria; o
regulación; control, dominio. b.) La acción de regir y dirigir los asuntos del
Estado; mando y administración política.
Cuando se entiende que Gobierno es la implementación de algo, es decir, poner en
acción, es más fácil comprender su lugar en el plan de Dios. Si Gobierno es
llevar a cabo una acción, entonces esa acción debe ser controlado, sino
resultará en caos.
En la historia de los últimos 100 años, hemos presenciado inefables atrocidades
llevadas a cabo por gobiernos jerárquicos sin control. El Tercer Reich de
Hitler, la Rusia comunista de Stalin, la Uganda de Idi Amin y la China de Mao
Tse Tung son ejemplos de gobiernos jerárquicos sin control. Este horrible
resultado es la imagen verdadera de qué pasa cuando el hombre decide lo qué es
mejor con su propio intelecto, fuera de los principios del camino de vida de
Dios.
¿QUE CONTROLA EL GOBIERNO DE DIOS?
Se sigue entonces que el Gobierno de Dios en el Cuerpo de Cristo, llevado a cabo
por los hombres, debe ser controlado. Pero, ¿cómo? ¡LA LEY DE DIOS
CONTROLA EL GOBIERNO DE DIOS! Por ende, la ley espiritual es superior al
Gobierno, y la ley se convierte en todo. ¿Por qué? Porque es el reflejo de Dios.
Es Su carácter. Si no es controlado por la ley, el gobierno se vuelve
loco.
Mr. Armstrong hace las siguientes afirmaciones en MYSTERY OF THE AGES: “La misma
ley presupone GOBIERNO. Gobierno es la administración y aplicación de la ley por
una autoridad. Esto necesita liderazgo autoritario - alguien al mando.” (pág.
48-49)
“Tome en cuenta que el gobierno de Dios está basado en la LEY de Dios, la cual
es el camino de vida que emana AMOR, cooperación, preocupación por el bien
del gobierno. Y esta ley produce paz, felicidad, cooperación, a través de la
obediencia.” (pág. 50)
“Satanás ha engañado al mundo entero en lo relacionado a la naturaleza de quién
y qué es Dios - lo mismo que con Cristo y el Espíritu Santo. También acerca del
GOBIERNO DE DIOS, basado en la LEY DE DIOS espiritual. Y más allá, de qué es el
hombre y por qué existe, qué es la salvación, cómo se recibe, cuál es el
verdadero evangelio, qué es la Iglesia y por qué existe, y lo referente al
futuro.” (pág. 54.)
“Pero doctrinalmente, recuerde lo que la Iglesia es llamada a restaurar - el
Reino, Gobierno y carácter de Dios. ¿Qué fue quitado? La ley de Dios, el
cimiento de Su Gobierno y la esencia del carácter de Dios y Su divina vida.”
(pág. 273)
Dios nos ha dado la ley para la protección de toda persona bajo ese Gobierno. El
funcionamiento del Gobierno bajo la ley de Dios jamás es intruso. Esta es la
razón por la que David estaba enamorado de la ley. La amaba porque entendía sus
más profundas ramificaciones. La vida sin el carácter de la ley de Dios no
valdría la pena ser vivida.
Cuando buscamos la estructura de este Gobierno y su operación en el Nuevo
Testamento, no es fácilmente aparente. Sin embargo, certeramente está ahí. Dios
no nos dejó para que divagáramos experimentando con respecto a Su Gobierno, sino
que nos dejó con una dirección concreta y ejemplos.
La mayoría de la gente de Dios ha escuchado o leído lo que Mr. Armstrong tenía
que decir acerca del Gobierno siendo restaurado por la Iglesia. Él apuntó
fuertemente a que el Gobierno de Dios es una estructura jerárquica. Esto no es
difícil de justificar en la Palabra de Dios. I Co 11:1-3, “Sed imitadores de
mí, como también yo lo soy de Cristo. Os alabo porque en todo os acordáis de mí
y guardáis las tradiciones con firmeza, tal como yo os las entregué. Pero quiero
que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo, y la cabeza de la mujer es el
hombre, y la cabeza de Cristo es Dios.”
Noten que los versículos citados nos dicen que “imitemos” a Pablo solo
como él imita a Cristo. La versión King James usa la palabra “seguir”, y
tiene una connotación muy distinta. Cuando se sigue a un individuo, uno lo
acepta como guía o líder sin duda alguna. Uno lleva a cabo sus instrucciones.
Por ejemplo; “Cristo ME está guiando, por lo tanto, sígaME” o “Si te digo que
hagas algo tú lo haces”.
Bajo estas condiciones, no hay manera de determinar o medir adecuadamente ese
liderazgo; pero cuando Pablo dice que lo imitemos como él imita a Cristo se
puede determinar fácilmente, al compararlo con los cientos de acciones de la
vida de Jesús que han sido registradas, cubriendo cada aspecto de la actividad
humana, cómo se debe medir. Tenemos Su Palabra escrita como nuestra guía. Es
cuando seguimos a un hombre que podemos ser llevados por malos caminos.
Cuando imitamos, tenemos una imagen clara de cómo conducir nuestras vidas, y de
cómo esos que están liderando deben conducir sus vidas. Tenemos una guía que no
cambia, el ejemplo de Cristo a través de la Palabra de Dios.
Cuando continuamos leyendo los versículos dos y tres, encontramos que Dios, el
Padre, es la cabeza de todo, y Cristo es el segundo al mando. No puede ser más
claramente señalado que Cristo es la cabeza de todo hombre, y el hombre es la
cabeza de la mujer. “El hombre es la cabeza de la mujer” se puede entender solo
como estar casados. El juicio hecho por el Eterno en Nm 27:6-9, pasando la
herencia a las mujeres si ningún hombre le nace a su padre, demuestra que la
mujer es una identidad separada a los ojos de Dios.
Esta estructura de autoridad no es más que un esquema muy básico; pero no debe
ser roto por ningún hombre o mujer. Juan más adelante, en el capítulo 15, aclara
en los versículos 1-8, “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador.
Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda
para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he
hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar
fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no
permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en
mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. Si
alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los
recogen, los echan al fuego y se queman. Si permanecéis en mí, y mis palabras
permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho. En esto es
glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis
discípulos.”
Justo como encontramos en I Co11:1-3 que el Padre está a cargo. Él remueve al
siervo inútil. Él mantiene la salud de toda la vid podándola para que dé más
fruto al ponernos a prueba. Después de que Joe Tkach, Sr. fue puesto a cargo de
la Iglesia de Dios, él fue puesto a prueba de aferrarse a la verdad. Cuando
empezó a cambiar las doctrinas, cada ministro del Cuerpo fue puesto a prueba
para ver si se aferraría. ¿Iba a ser su posición en la iglesia corporativa, la
Iglesia de Dios, más importante que la verdad? ¿El prestigio de la oficina, el
poder de su posición y la remuneración monetaria que recibía iban a vencer su
amor por la verdad de Dios? Desafortunadamente, muy pocos de los que lideraban
tuvieron la fortaleza para mantenerse en pie por la verdad, y por lo tanto su
fracaso resultó en que la prueba fue pasada a los hermanos individualmente.
¿COMO SOMOS ALIMENTADOS ESPIRITUALMENTE?
La vid alimenta a las ramas. Cuando dejamos de nutrirnos de la vid, morimos
espiritualmente, y la segunda muerte es nuestro futuro. ¿Cómo es que Cristo
alimenta las ramas?
La respuesta a esa pregunta es clara y detalladamente explicada en Ef 4:11, “Y
El (Cristo) dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros
evangelistas, a otros pastores y maestros” ¿Con qué propósito hizo Él esto?
El siguiente versículo revela la respuesta. Versículo 12, “A fin de capacitar
a los santos (o sea para proveer a los llamados con un mapa del camino o
conocimiento y entendimiento para que alcancen la vida eterna) para la obra
del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”
Esto implica todo lo que es requerido para el funcionamiento ordenado del Cuerpo
de Cristo. Esto incluiría cuándo, dónde y cómo se deberían hacer los servicios
de la Iglesia; qué proyectos se llevarán a cabo y qué dineros se gastarán; quién
recibirá ayuda financiera y la organización de esa ayuda. Incluiría el llegar a
este mundo con la idea de abrir un camino de salvación para aquellos que están
siendo llamados por el Padre, y la producción de la Palabra escrita y Su
contenido, el uso del internet o cualquier otro tipo de tecnología para la
comunicación; un adecuado registro de ingresos y gastos, y el hacer esta
información accesible para cualquier miembro del Cuerpo que apoye este esfuerzo.
UNA IGLESIA TRANSPARENTE
Se debe notar que cualquier grupo que dice ser LA Iglesia Verdadera pero no
desea mostrar dónde y cómo se gastan los ingresos, debe de estar escondiendo
algo que ensombrece su imitación de Cristo. La sinceridad es la base de la
confianza. El cuerpo debe ser capaz de confiar en aquellos que lideran.
La Iglesia, en todos sus negocios, debe ser transparente.
Continuando con el versículo 12… “para la edificación del cuerpo de Cristo”
La palabra clave aquí es edificación, que es #3619 en el diccionario de
Strong. Esta palabra puede significar el acto de construir, o el construir como
proceso; también algo que es construido o la construcción. Esta palabra se usa
en Mt 24:1 como “edificios del templo”. Su uso espiritual se puede ver en
Ro 14:19, “Así que procuremos lo que contribuye a la paz y a la edificación
mutua.” También se usa en II Co 10:8, “Pues aunque yo me gloríe más
todavía respecto de nuestra autoridad, que el Señor nos dio para edificación
y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré”
En Ef 2:21-22 Pablo usa esta misma palabra cuando describe el templo espiritual
siendo construido de todo lo que está en el Cuerpo de Cristo, “en quien todo
el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor, en quien también vosotros sois juntamente edificados para morada
de Dios en el Espíritu.”
Ef 4:13 da un propósito específico para la estructura de organización antes
mencionada, quien es nuestro ejemplo del Padre, llevándonos de regreso a nuestra
verdad central. Versículo 13, “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe
y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro,
a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Cristo siendo la
imagen del Padre)
Aquí Pablo está reiterando este solo importante propósito del Padre - crear Su
carácter en nosotros. En el versículo 1 de este capítulo, Pablo nos ruega que
caminemos de una manera digna de la vocación; esto es, por libre elección, tomar
las decisiones correctas en nuestras vidas.
Versículo 14… “Para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados
de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres,
por las artimañas engañosas del error”
Él está diciendo que si los hombres de Dios van a seguir esta advertencia,
resultará es que el individuo sea tan fundamental en su entendimiento, que
ninguna cantidad de mentiras o engaños puede impedirle cumplir su meta final.
No hay lugar en la Biblia que esquematice tan brevemente cómo funciona el Cuerpo
de Cristo y la meta clara que se quiere lograr como este pasaje de Efesios 4.
Ahora se vuelve un tanto claro que el único propósito del Gobierno en la Iglesia
es facilitar la meta final del Padre de crear un carácter justo en nosotros.
Sus hijos engendrados deben ser motivados y
enseñados cómo hacer las elecciones correctas.
¿QUIEN LIDERA EL CUERPO?
Ahora es tiempo de ver los detalles de cómo Cristo dirige Su Cuerpo de
creyentes. Lo hace a través de los hombres. ¿Por qué? Esto tiene que ver con
nuestra elección en una atmósfera llena de fuerza, humana o sobrenatural.
Nuestro entendimiento debe venir a través del darnos cuenta de que el
camino de Dios es la única manera en que el hombre puede vivir en paz y
felicidad. Este es el letrero que debería estar liderándonos a cada uno
a través de la vida.
¿Cómo se supone que los responsables de liderar y enseñar en la Iglesia deben
conducir sus vidas personales? Jesús enseña esta profunda verdad en Mt 20:25-28,
“Pero Jesús, llamándolos junto a sí, dijo: Sabéis que los gobernantes de los
gentiles se enseñorean de ellos, y que los grandes ejercen autoridad sobre
ellos. (Esto es, a través de la fuerza física, para llevar a cabo sus
instrucciones) No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera
entre vosotros llegar a ser grande, será vuestro servidor, y el que quiera
entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo; así como el Hijo del
Hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate
por muchos.”
Los siervos o esclavos no fuerzan ni obligan, sino que sirven. Esta es una
absoluta verdad para cualquiera que esté en una posición de gobierno en la
Iglesia. De lo que Cristo está hablando es de una actitud más interna por parte
de los que lideran. Aunque ellos son responsables, esa responsabilidad no les da
ningún derecho o privilegio inherente. Ellos no deben ordenar, demandar o
convertir en obligación el recibir un trato preferencial por parte de sus
hermanos, tampoco en el ámbito judicial o monetario. Aunque ellos sean los que
están en posiciones públicas, es decir, televisión, radio o publicaciones
escritas; aunque ellos deban hacerse responsables de los gastos monetarios, y
aunque ellos tengan la última palabra en la organización del Cuerpo, aún
están bajo el control de la ley de Dios.
En este punto, la pregunta de si Cristo estableció o no un gobierno jerárquico
en la Iglesia del Nuevo Testamento debe ser formulada. Ya fue mostrado que una
línea de autoridad fue establecida (Ef 4), pero también hay palabras directas de
Cristo en Mt 24:45 y Lc 12:42 que muestran que Él nos dejaría un individuo a
cargo del Cuerpo. Mt 24:45, “¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a
quien su señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su
tiempo?” Hay varias palabras importantes para mirar en este pasaje para
comprender el significado que está transmitiendo. Primero, la palabra “siervo”
el diccionario de Strong #1401, “un esclavo, alguien que está en una relación
permanente de servidumbre con alguien, su voluntad siendo totalmente consumida
en la voluntad del otro”. Por lo tanto, el que fue puesto a cargo no es libre de
ejercer el poder de la posición como lo considera necesario, sino que debe
llevar a cabo la instrucción de su maestro. El maestro es Cristo.
Las siguientes palabras de importancia son “puso sobre”, Strong #2525, “fijar,
establecer, colocar” Debe quedar claro que solo estaba sobre los de la casa para
hacer conforme a lo que el maestro decía. Esta palabra también se usa en el
versículo 47, donde el siervo obediente es puesto sobre los bienes del maestro.
Aquí la connotación es más de control que de servicio.
Las palabras “los de su casa” también se deben entender para extraer el correcto
significado del versículo 45. Esta es #2322, therapeia, de therapeuo, (2323)
sanar, servir. Servicio voluntario, asistencia, ministerio y el cuidado de
enfermos, por implicación, alivio, curación. (Lc 9:11, Rv 22:2); metafórica y
colectivamente significa asistencia, domésticos, séquito. En este versículo y en
Lc 12:42 se refiere al resto, a los otros siervos que le pertenecen al maestro.
El que es “puesto sobre” debe dar comida a los siervos a su tiempo. Esto es
paralelo a Ef 4, esa comida es para el crecimiento y mantenimiento del individuo
creyente. Además, vemos que sanar también está implicado; así como el cuidado de
aquellos en la casa.
En Mt 24:45 dice, “¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente a quien su
señor puso sobre los de su casa para que les diera la comida a su tiempo?”
Ahora, veamos las palabras griegas traducidas como “gobernar”, “obedecer” y
“someter”, ya que son usadas al hablar del gobierno en la Iglesia. En el
diccionario de Strong, la palabra “gobernar” #2583, es usada cinco veces en el
Nuevo Testamento. Cuatro veces se traduce como “gobernar” y una como “alinear”.
Aquí vemos diversas traducciones para la misma palabra griega. El significado de
esta palabra es “cualquier cosa recta usada para examinar otras cosas, como una
plomada en una construcción”.
En II Co 10:13 y 15-16, la NKJ traduce la palabra “esfera”, que está midiendo el
área geográfica en la que Pablo estaba trabajando. La KJ usa la palabra “regla”
aquí, lo que da la impresión de que él gobernaba sobre ellos como monarca.
Se usa en Gal 6:16 y Fil 3:16 como una medida de nuestra conducta. Esto debería
traernos a mente lo que fue citado de Ef 4, “a la medida de la estatura de la
plenitud de Cristo”. Cristo es quien ha fijado los estándares para que
nosotros sigamos.
En el #4291 del Strong dice, “causar que se ponga por delante o por encima”.
Pablo usa esta palabra dos veces en su carta a Timoteo. I Tim 3:4, “Que
gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad”. La
clave para entender este liderazgo llega a la luz cuando vemos la palabra
“dignidad”. Este es uno que no solo tiene la habilidad de desempeñar bien sus
deberes como ciudadano, sino que también puede adherirse a los más altos
principios del hombre y Dios, obteniendo así respeto y aprobación. Si un hombre
ha hecho esto en su familia, tendrá una buena oportunidad de hacer lo mismo en
el Cuerpo de Cristo.
Hay tres partes básicas que se necesitan para lograr esto: disciplina que
mantenga la línea, enseñanza que diga por qué y cómo, y liderazgo que se
demuestra por los logros en la vida. Pablo continúa señalando que si un hombre
no puede guiar su propia casa por el camino correcto, certeramente no podrá
guiar el Cuerpo de Cristo. Esto soporta la principal meta del Padre para la
humanidad.
La siguiente palabra a considerar se encuentra tres veces en el capítulo 13 de
Hebreos como #2233, significa “guiar o ir delante, ir primero, abrir camino”.
Este es su significado básico. Metafóricamente, “llevar a cabo antes de la
mente, es decir, inspeccionar, observar, estimar, contar, reconocer, estas son
las acciones de las cosas habladas”. Su primer uso en el versículo 7,
“Acordaos de vuestros guías”.
Nuevamente, esta terminología da crédito al gobierno de tipo monárquico, uno
sujeto a la voluntad del monarca. “Acordaos de vuestros guías que os hablaron
la palabra de Dios, y considerando el resultado de su conducta, imitad su fe.”
Debe haber un deseo por parte del individuo de ser guiado correctamente,
siendo Cristo la guía definitiva.
El segundo uso de esta palabra se encuentra en el versículo 17, ”Obedeced a
vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas”.
La primer palabra, “obedecer”, #3982, tiene un significado muy interesante
en el griego, lo que significa que no puede ser traducida en una sola palabra.
El Word Study Dictionary NT, II Mid 1 posesivo, significa permitir que uno sea
persuadido, (B) asentir, obedecer, seguir. Así debe ser obtenido el verdadero
entendimiento.
Así que somos persuadidos, no solo por palabras pero también por la conducta de
los que nos guían, a los que asentimos u obedecemos. Hay una responsabilidad del
individuo de ser persuadido por la verdad (la Palabra de Dios). Una vez que esto
ocurre, debería estar dando su apoyo de todo corazón a aquellos que los están
guiando. La responsabilidad es por lo tanto dada al individuo para reconocer el
verdadero hombre de Dios, no solo al escuchar sus palabras, sino también
observando sus acciones. Así él se conducirá luego en la forma en que Dios
quiere.
Completando el versículo 17 de Hebreos 13… “…como quienes han de dar cuenta.
Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería
provechoso para vosotros.” Aquellos que están guiando tendrán la
responsabilidad por la manera en que manejan los problemas de los hermanos.
Cuando se lidia con uno que es antagonista, es más fácil equivocarse por
responder de la misma manera, o porque se contiene, esperando una actitud más
dócil. El trabajo se vuelve un gozo cuando estás trabajando con hermanos que
tienen todo su corazón en caminar por la senda de Dios.
Ya se ha señalado que la ley espiritual de Dios controla Su gobierno.
(La ley, estatutos y juicios ampliados) Este es un entendimiento eternamente
importante que se debe mantener por encima en las mentes de los responsables del
cuido y alimentación del rebaño. Esta es la manera en que se mide su conducta,
primera y principalmente; luego podrán asistir a sus hermanos.
Debido a que el
ministerio es fundamentalmente responsable de la implementación del gobierno de
Dios en la Iglesia, este no puede ir más allá de lo que la ley prescribe, o
quedarse corto con respecto a sus requerimientos. Ellos están bajo el control
de la ley.
En Dt 17:17-20 Dios da a los reyes de Israel una dirección absoluta en su
gobierno. “Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe;
tampoco tendrá grandes cantidades de plata u oro. Y sucederá que cuando él se
siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta ley en un
libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrá consigo y la leerá
todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR su Dios, observando
cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para que no
se eleve su corazón sobre sus hermanos y no se desvíe del mandamiento ni a la
derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus
hijos, en medio de Israel.”
No solo tenían que seguir las leyes, sino también los estatutos y decretos, que
son la expansión de las leyes que cubren las preguntas que surgen de la
interacción del día a día con el pueblo. Estas era en “cómo” y el “por qué”, las
“tuercas y tornillos” de su gobierno sobre el pueblo.
Hoy estas mismas leyes y estatutos están para controlar y guiar el gobierno en
la Iglesia. En Mt 5:17 dice, “No penséis que he venido para abolir la ley o
los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os
digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más
pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.” La frase, “sino
para cumplir” ha sido usada por las autoridades religiosas para dar a
entender que Cristo ha cumplido la ley por nosotros. Por lo tanto, no nos
aplica. El hecho de que el cielo y la tierra no han pasado aún, parece perdido
para ellos. ¿Han ya pasado el cielo y la tierra? Por esta afirmación de Cristo,
la ley aún rige para nosotros hoy en día.
Él continúa a través del resto del capítulo hablando de cómo debían ser
entendidos algunos de los mandamientos. Aun así, las autoridades religiosas de
hoy insisten que Cristo eliminó la ley. Cuando una mentira se repite con la
suficiente frecuencia, se cree sin ponerla a prueba. ¿Por qué Cristo aclararía
los mandamientos si ya no están trabajando?
En Mt 19 el joven gobernante rico le pregunta a Jesús cómo tener vida eterna. Su
respuesta fue “guardar los mandamientos”. Está muy claro que las leyes de
Dios, junto con los estatutos y decretos, que aclaran el significado y
aplicación de esas leyes, estaban hechas para que el hombre se apegara a ellas a
través de todas las eras de su existencia.
Por lo tanto, si se requiere que cada individuo siga estos preceptos, ¿cuánto
más le incumben a aquellos que guían la Iglesia para que se apeguen a ellos en
cada aspecto de sus asuntos? Es obvio cuando leemos acerca de las leyes del
Antiguo Testamento que cuando estas se incumplen se requiere un castigo para el
que las incumplió. El Nuevo Testamento no tiene disposición para ese castigo
físico que no sea el que naturalmente ocurre como resultado de quebrantar una
ley, como el dolor que causa el divorcio en una familia completa.
Entonces, ¿debe permitirse que el pecado corra desenfrenado por la Iglesia? ¿No
hay algo a qué dirigir las quejas o disputas? ¿No hay manera de reinar en esos
individuos de mente poderosa en cuyo interior está Dios? Cristo estaba bien
consiente de que Su Iglesia enfrentaría estas situaciones, y Él les proveería
las instrucciones detalladas de cómo manejarlas. Estas direcciones son dadas en
Mt 18:15-18. Jesús toma los principios contenidos en el Antiguo Testamento y los
hace aplicables a Su Iglesia. En realidad, estas son las mismas instrucciones
que Cristo les dio a Moisés y a los israelitas. Esto se demuestra al encajar las
escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento. Esto mira hacia la verdad, y la
verdad nunca cambia. Si Israel desde el principio hubiera seguido estas
instrucciones y se hubiera apegado a ellas, sería una nación que funcione hoy
día. No solo hubiera mantenido su existencia hasta la actualidad, sido que sería
un brillante ejemplo para el mundo, que es lo que Dios quería que fuera.
Lea esta deslumbrante afirmación que Cristo hizo, hablando a través de Moisés en
Dt 4:1-9, y 14. “Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los decretos
que yo os enseño para que los ejecutéis, a fin de que viváis y entréis a tomar
posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, os da. No
añadiréis nada a la palabra que yo os mando, ni quitaréis nada de ella, para que
guardéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os mando. Vuestros
ojos han visto lo que hizo el SEÑOR en el caso de Baal-peor, pues a todo hombre
que siguió a Baal-peor, el SEÑOR tu Dios lo destruyó de en medio de ti. Mas
vosotros, que permanecisteis fieles al SEÑOR vuestro Dios, todos estáis vivos
hoy. Mirad, yo os he enseñado estatutos y decretos tal como el SEÑOR mi Dios me
ordenó, para que los cumpláis en medio de la tierra en que vais a entrar para
poseerla. Así que guardadlos y ponedlos por obra, porque esta será vuestra
sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos que al escuchar
todos estos estatutos, dirán: "Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio e
inteligente." Porque, ¿qué nación grande hay que tenga un dios tan cerca de
ella como está el SEÑOR nuestro Dios siempre que le invocamos? ¿O qué nación
grande hay que tenga estatutos y decretos tan justos como toda esta ley que hoy
pongo delante de vosotros? Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia,
para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de
tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a
tus nietos.” Versículo 14, “Y el SEÑOR me ordenó en aquella ocasión que
os enseñara estatutos y decretos, a fin de que los cumpliérais en la tierra a la
cual vais a entrar para poseerla.” Debe ser claro que estas mismas
instrucciones deberían ser enseñadas y seguidas hoy en la Iglesia de Dios, con
el mismo resultado - paz, unidad y armonía en el Cuerpo.
PLAN DE TRES PASOS DE DIOS
Versículo 15 de Mt 18, “Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te
escucha, has ganado a tu hermano.” Ahí hay una dirección dada en Lv
19:17-18. Se debe notar que si no se tiene las agallas para enfrentar al
hermano, es mejor quedarse callado con respecto al asunto.
“No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu
prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni
guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a
ti mismo; yo soy el SEÑOR.”
Lo paralelo de estas dos escrituras es obvio. Si uno tiene un problema con el
hermano, vaya a él en privado y trate de arreglarlo. Debe ser obvio que esto es
por el bien de ambas partes, y del Cuerpo como uno solo. Porque si alguna parte
del Cuerpo sufre, todo el Cuerpo lo hace. Es muy difícil seguir adelante en una
atmósfera de discordia. El Cuerpo no puede seguir adelante si tiene una llaga
que le drena su vida y vigor.
El salmo 141:5 muestra la actitud que se necesita cuando se nos acercan con una
queja. “Que el justo me hiera con bondad y me reprenda; es aceite sobre la
cabeza; no lo rechace mi cabeza, pues todavía mi oración es contra las obras
impías.” No es fácil aceptar que NUESTRAS acciones no reflejan las del
Padre. Se debe recordar que cualquier parte se puede equivocar. Esto hace que
sea menester arreglar el asunto en privado. Prov 25:8-10, “No te apresures a
litigar; pues ¿qué harás al final, cuando tu prójimo te avergüence? Discute tu
caso con tu prójimo y no descubras el secreto de otro, no sea que te reproche el
que lo oiga y tu mala fama no se acabe.”
El segundo paso está en el versículo 16 de Mt 18, “Pero si no te escucha,
lleva contigo a uno o a dos más, para que TODA PALABRA SEA CONFIRMADA POR BOCA
DE DOS O TRES TESTIGOS.” Cristo regresa a las instrucciones que le da a Su
pueblo en Dt 19:15, “No se levantará un solo testigo contra un hombre por
cualquier iniquidad o por cualquier pecado que haya cometido; el caso será
confirmado por el testimonio de dos o tres testigos.” Este es un paso
importante a seguir, y se debe hacer en privado, no en público. Los testigos
elegidos deben ser discretos y conocer la ley de Dios. Cuando se le pide a
alguien que sea testigo, es importante que ninguna de las partes le persuada
antes de que el asunto sea discutido, sino que lleguen como testigos
imparciales. Sería fácil elegir a los propios amigos de uno para acompañarlos,
pero esto causaría que la otra persona perciba que se tiene la venganza en
mente, en lugar de tener el asunto arreglado en equidad para que la reunión
termine amistosamente. La forma no prevalece sobre la sustancia.
De manera en que van por los pasos hacia la reconciliación, debe ser obvio que
se requiere coraje. Es más fácil hablar de alguien a sus espaldas que
confrontarlo cara a cara aún en privado. Cristo no da ninguna otra opinión - si
no cumplimos Sus instrucciones, no podemos llamarnos Sus discípulos. Guardar
rechazo contra alguien es pecado.
El tercer paso se encentra en el versículo 17, “Y si rehúsa escucharlos, dilo
a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el
gentil y el recaudador de impuestos.” Esto puede parecer duro e implacable,
pero el pecado no puede ser tolerado por Dios o el Cuerpo de Cristo. Se debe
hacer para que el individuo se sacuda vea su pecado y luego corrija el problema.
Se debe tener claro que todo este proceso se lleva a cabo para facilitar la
principal dirección del Padre de desarrollar Su carácter al elegir el camino
correcto. La elección se queda con el individuo. La realidad de la persuasión
está en la Palabra de Dios. Si el individuo se ha comprometido con ese camino de
vida, lo va a condenar y él cambiará. Este tercer paso hace valer la total
sabiduría del grupo para persuadir a cada individuo de actuar de la manera en
que Dios actúa. No es un concurso de popularidad en el que se toma un voto, es
cosa de abrir la Palabra de Dios en ambos testamentos para ver cuál ley, cuál
estatuto corresponde y cuál decreto aplica, y luego ir en unidad con base en esa
decisión.
Para explicar cómo aplicar la ley de Dios, examinemos el uso que le da Cristo en
Jn 8:4-5. “Le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto
mismo del adulterio. Y en la ley, Moisés nos ordenó apedrear a esta clase de
mujeres; ¿tú, pues, qué dices?” Sin un completo entendimiento de la ley, el
apedreamiento hubiera sido el juicio correcto. Cristo retuvo ese juicio. ¿Por
qué?
Si Cristo hubiera condenado a la mujer a ser apedreada, hubiera infringido la
ley en dos maneras. Primero, Cristo reconoció que no estaba tratando con un caso
veraz de adulterio, sino con una trampa. El adulterio resulta en dos siendo
culpables. Solo un participante fue traído cuando los acusadores dijeron que
ella fue atrapada en el acto. Claramente se debieron traer dos para ser
apedreados. Así que esto fue una trampa. El entrampamiento es explicado en la
ley. Lv 19:14 “No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego,
sino que tendrás temor de tu Dios; yo soy el SEÑOR.”
Uno podría decir que esto solo aplica para el sordo o el ciego. No. Este
principio aplica para todas las personas. Ro 14:13, “Por consiguiente, ya no
nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner
obstáculo o piedra de tropiezo al hermano.”
Segundo, si Cristo hubiera permitido que la mujer fuera apedreada, hubiera
quebrantado la ley. Nm 35:30, “Si alguno mata a una persona, al asesino se le
dará muerte ante la evidencia de testigos, pero a ninguna persona se le dará
muerte por el testimonio de un solo testigo.” En Dt 17:6 dice, “Al que ha
de morir se le dará muerte por la declaración de dos o tres testigos; no se le
dará muerte por la declaración de un solo testigo.”
Ambas escrituras requieren más de un testigo para la pena de muerte. En Jn 8:10,
Cristo pregunta, “¿Dónde están tus acusadores? (testigos)” Ninguno
estaba ahí. Sin testigos, ningún castigo se puede llevar a cabo. El
apedreamiento refleja un tipo físico de pensamiento en que no se usa toda la
ley. Cristo usó la ley, que abarca la justicia y misericordia.
En Jn 8:7 dice, “Pero como insistían en preguntarle, Jesús se enderezó y les
dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra.”
Cristo toma esto directamente de la ley. Dt 17:7, “Pero como insistían en
preguntarle, Jesús se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado,
sea el primero en tirarle una piedra.” Los testigos fueron casuales con este
pecado (trampa). Ellos estaban ahí por venganza, y su culpa fue dejada en claro
por Cristo. Ya no eran testigos creíbles. ¡Se fueron! ¿El resultado? Ningún
testigo, ¡punto! No hay testigos, no hay apedreamiento. Así es como funciona el
gobierno de Dios - a través de Su ley.
No se puede expresar muy fuertemente que esto no es un concurso de popularidad.
No importa qué tan buena persona haya sido en el pasado, no importa qué tanto
buen servicio ha dado a sus hermanos, no importa que sea un anciano, no importa
si está guiando al Cuerpo, una sentencia no contaminada por lo anterior debe
estar basada únicamente en los hechos establecidos. Cristo dio esencialmente
estas mismas instrucciones en Lv 19:1-2 y 15, “Entonces habló el SEÑOR a
Moisés, diciendo: Habla a toda la congregación de los hijos de Israel y diles:
"Seréis santos porque yo, el SEÑOR vuestro Dios, soy santo.” Versículo 15,
“No harás injusticia en el juicio; no favorecerás al pobre ni complacerás al
rico, sino que con justicia juzgarás a tu prójimo.” Nm 25:24, “Entonces
la congregación juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre conforme a
estas ordenanzas.” Nótese que deben seguir las guías dadas por los decretos
y que el asunto se debe traer ante la congregación.
Dt 19:15, “No se levantará un solo testigo contra un hombre por cualquier
iniquidad o por cualquier pecado que haya cometido; el caso será confirmado por
el testimonio de dos o tres testigos.” Un mínimo de dos testigos se requiere
en cualquier asunto. I Tim 5:19, “No admitas acusación contra un anciano, a
menos de que haya dos o tres testigos.” Pablo mantiene el mismo requisito
que se da en Deuteronomio.
Debe haber un absoluto compromiso con este proceso por parte de todos los
hermanos. Cristo, nuestra cabeza, ha dado estas instrucciones a Su Cuerpo de
creyentes. ¿Podemos omitir esta instrucción y seguir siendo Sus discípulos? La
respuesta es un rotundo ¡no!
En I Co Pablo tuvo que corregir a la congregación de Corinto por el pecado. Un
hombre había tomado la esposa de su padre, y los hermanos preferían aceptar el
pecado en lugar de tener el coraje para sacarlo. Luego en el capítulo 6 los
corrige por no seguir lo que Cristo instituyó para resolver problemas entre
ellos, la misma cosa que tenemos bajo discusión aquí. I Co 6:1-5, “¿Se atreve
alguno de vosotros, cuando tiene algo contra su prójimo, a ir a juicio ante los
incrédulos y no ante los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al
mundo? Y si el mundo es juzgado por vosotros, ¿no sois competentes para juzgar
los casos más triviales? ¿No sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¡Cuánto
más asuntos de esta vida! Entonces, si tenéis tribunales que juzgan los casos de
esta vida, ¿por qué ponéis por jueces a los que nada son en la iglesia? Para
vergüenza vuestra lo digo. ¿Acaso no hay entre vosotros algún hombre sabio que
pueda juzgar entre sus hermanos?”
En el versículo 5 Pablo está preguntando si no hay un hombre sabio. En realidad,
deberían haber muchos hombres sabios, como se ve en Prov 9:9-10, “Da
instrucción al sabio, y será aún más sabio, enseña al justo, y aumentará su
saber. El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del
Santo es inteligencia.” Estos hombres deberían entender la ley de Dios y
cómo aplicarla. En I Co 5:1 Pablo señala que su pecado sexual es tan grave que
hasta los gentiles reconocen que está mal. Aun así no fueron capaces de luchar
contra este. El pecado es la transgresión de la ley de Dios (I Jn 3:4).
PABLO SIGUE MATEO 18
Pablo sigue para hacer una lista de pecados en I Co 6:9-10, todos los que fueron
proclamados como pecado por Cristo en los libros de la ley. Estos primeros
capítulos de I Corintios son una fuerte instrucción para la implementación de
Mateo 18. Luego en el libro de Gálatas muestra que él siguió las instrucciones
de Cristo en sus propios asuntos con Pedro y algunos de los otros apóstoles. Gal
1:18-19, “Entonces, tres años después, subí a Jerusalén para conocer a Pedro,
y estuve con él quince días. Pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a
Jacobo, el hermano del Señor.”
¿Qué estaba bajo discusión en este tiempo entre estos dos hombres? Primero se
necesita ver en dos lugares de Hechos. Primero, Hch 9:26-30 vemos que los
hermanos temían relacionarse con Pablo hasta que Bernabé lo llevó con los
apóstoles (principalmente Pedro) y testificaron de su conversión. Su intento por
convertir a los helenistas había resultado en atentar contra la vida de Pablo,
así que los hermanos lo mandaron a Cesarea y luego a Tarso.
Hechos 22:17-21 también da una imagen de lo que sucedió en esta primera visita a
Jerusalén. “Y aconteció que cuando regresé a Jerusalén y me hallaba orando en
el templo, caí en un éxtasis, y vi al Señor que me decía: "Apresúrate y sal
pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de mí." Y yo dije:
"Señor, ellos saben bien que en una sinagoga tras otra, yo encarcelaba y azotaba
a los que creían en ti. "Y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban,
allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo
estaban matando." Pero Él me dijo: "Ve, porque te voy a enviar lejos, a los
gentiles."”
No hay duda de que Pablo le contara a Pedro de la Visión, y que, junto al
atentado a la vida de Pablo, resultó en que esto fuera enviado del campo a los
gentiles. Dios usó las visiones para dirigir el trabajo de la Iglesia primitiva,
en especial lo concerniente a los gentiles. Recuerde la visión de Pedro del
manto lleno de animales impuros que Dios usó para mostrarle la aceptación de los
gentiles en la Iglesia. Si algo tan espectacular nos hubiera pasado a nosotros,
fijo lo hubiéramos discutido. Como resultado, Pedro envía a Pablo por su camino
con un completo entendimiento de la misión que debía llevar a cabo. La
conversión de los gentiles resultó en traerlos al cuerpo como miembros iguales
con los judíos. Recuerde el resultado del encuentro de Pedro con Cornelio en Hch
10:28. “Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse
con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo
llamar impuro o inmundo.”
Trayendo la historia en Gal 1:20, Pablo hace una afirmación curiosa como
apóstol. Afirma que lo que está escribiendo es la verdad. Usa su cargo y la
palabra escrita para confirmar su presentación de los hechos que llevaron a su
confrontación con Pedro en Gal 2:14. Esta afirmación se hace porque está dando
una presentación formal y legal. Pablo termina el capítulo explicando que a
pesar de que los hermanos de Judea no podrían reconocer su cara, él reconocía su
éxito en el trabajo entre los gentiles, y que ahora estaba con ellos predicando
el evangelio.
Esta es la explicación formal de Pablo, mostrando que él estaba siguiendo
exactamente lo que dijo Cristo en Mt 18 como el paso inicial en su presentación
privada acerca de los gentiles a Pedro.
Gal 2:1-2 muestra que tomó dos testigos con él para confirmar que ellos
entendían lo que él estaba enseñando a los gentiles, y que ellos estaban en
total acuerdo. Los versículos 9 y 10 muestran que Santiago, Pedro y Juan estaban
de acuerdo con lo que Pablo y Bernabé estaban haciendo. El segundo paso de Mt 18
- la fase de los testigos - siendo seguido por Pablo.
El meollo del problema se ve en Gal 2:11-13, “Pero cuando Pedro vino a
Antioquía, me opuse a él cara a cara, porque era de condenar. Porque antes de
venir algunos de parte de Jacobo, él comía con los gentiles, pero cuando
vinieron, empezó a retraerse y apartarse, porque temía a los de la circuncisión.
Y el resto de los judíos se le unió en su hipocresía, de tal manera que aun
Bernabé fue arrastrado por la hipocresía de ellos.” Aquí se ve a Pedro,
Bernabé y los judíos convertidos violando la ley. Esto no fue algo ligero, sino
que iba contra la ley de Dios. Lv 19:34, “El extranjero que resida con
vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo,
porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto; yo soy el SEÑOR
vuestro Dios.” Estos hombres estaban pecando, pero no lo reconocieron. Pablo
los llevó frente a la congregación para señalar su problema.
En las reuniones previas habían hablado palabras verdaderas, pero fallaron en
llevar a cabo el camino de Dios en las situaciones de la vida real. Al negarse a
actuar, mostraron que no habían aceptado a los gentiles como hermanos. Esta
confrontación los llevó a arrepentirse de lo que estaban haciendo. Obviamente se
arrepintieron, y no se necesitó tomar más acciones.
La inescapable conclusión es que las instrucciones de Mt 18 son una parte
integral del gobierno en la Iglesia de Dios. Deben seguirse si queremos ser
verdaderos discípulos de Jesús y Su camino.
Ya sea que haya un desacuerdo entre dos miembros, o entre un miembro y un
anciano en una posición alta, este procedimiento se debe seguir. Como I Tim 5:19
muestra, Pablo permitió que un anciano fuera traído ante la congregación cuando
dos testigos confirmaron las alegaciones. No se puede enfatizar lo suficiente:
primero contacto personal, segundo contacto con los testigos, y tercero el
asunto se lleva a la congregación. La decisión de la asamblea se debe tomar
basada únicamente en la ley, estatutos y preceptos de la palabra de Dios - no en
preferencias personales o personalidades. Es una decisión basada solo en la ley,
estatutos y preceptos, no un voto.
¿Mt 18:18 permite que se tomen decisiones contrarias a las leyes de Dios? “En
verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo
lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.” Como se ve aquí,
no hay estatuto, ley o decreto que no pueda ser revocado o cambiado por la
decisión del hombre. Y entonces esos cambios serían confirmados en el cielo.
¿Cómo puede ser esto posible si Cristo dijo que Él no vino a hacer cambios en la
ley de Su Padre? Si Cristo no podía hacer cambios, ¿cómo podría hacerlos
cualquier otra persona?
La siguiente explicación de “The New Treasury of Scripture Knowledge” responderá
esa pregunta. La explicación es técnica, pero muestra por qué está incorrecto y
cómo se debería traducir. “Griego, dasate, 2ª persona plural, 1 - aoristo
activo subjuntivo. Debería ser (griego) estai, 3ª persona singular,
futuro del indicativo medio. Ligado (griego) dedmena participio pasivo
perfecto, nominal, plural neutro.” La misma forma inusual se encuentra en Mt
16:19. Burton (NT Moods & Tenses, sección 94, pg. 45) también da Lucas 12:52 y
He 2:13 como ejemplos de lo que él llama “el perifrástico futuro perfecto.”
Puede ser interpretado más literalmente como “deberá (o necesitará) ya haberse
unido” lo que desatéis (griego) lusate, 2ª persona plural, 1 activo
subjuntivo aoristo. Será (griego) estai persona singular, futuro de
indicativo medio. Desatado (griego) lelumenna, participio pasivo
perfecto, nominal plural neutro. Interpretado más literalmente esto sería
“deberán haber sido ya desatadas.” En el texto griego se hacen importantes
distinciones en los tiempos verbales aquí, para que los participios sean
interpretados más literalmente como se indica. El sentido es que los apóstoles
debían desatar y atar lo que ya había sido permanentemente desatado (permitido)
y atado (prohibido) en el cielo, así los apóstoles llevaban a cabo su enseñanza
de acuerdo con lo que ya había sido enseñado por Cristo, como el mandato del
cielo; el cielo no ratificaba meramente las decisiones terrenales de los
apóstoles.”
En lugar de darles a los apóstoles del Cuerpo de Cristo en general el derecho de
cambiar las leyes, en efecto les prohibió hacer cambios. Los traductores de
nuestras biblias, en Mt 18:18 y 16:19 se dieron cuenta de que dos importantes
principios opuestos estaban en juego. (1) - el poder de los padres de las
iglesias de tomar decisiones que controlarían la doctrina como lo consideraran
necesario, y (2) - lo más importante, que serían controlados por la ley,
estatutos y decretos de Dios. Así habría un estándar por el cual serían medidos
y controlados. Esto le habría dado vuelta a su sistema de creencias y hubieran
sido forzados a estar bajo la autoridad de la Biblia como un todo, no
permitiéndoles elegir o seleccionar o cambiar el sistema de creencias para
encajarlo con sus creencias.
La correcta traducción es fiel a las palabras de Cristo en Mt 5:17, “No
penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para
abolir, sino para cumplir.” No podemos olvidar-¡LA LEY DE DIOS
CONTROLA EL GOBIERNO DE DIOS! Es la misma ley que debe ser
inculcada en nuestras mentes, para que así controle nuestras acciones y refleje
la meta final de Dios de crear un carácter justo en nosotros. ¡La elección es
nuestra! ¡NOSOTROS elegimos! ¡Correcto o incorrecto!
Dentro de los muchos grupos que dejó la Iglesia de Dios, hay algunos que han
dicho que son LA Iglesia Verdadera de Dios. Aquellos que no lo dicen
directamente y muy seguido, lo hacen por implicación. Se ha mostrado que la
dirección que Cristo le dejó a Su Iglesia en Mt 18 no es solo una parte integral
de la administración de Su gobierno, sino también una manera de desarrollar el
carácter y juicio justo al usar la ley de Dios entre los hermanos y cada uno de
ellos. Si algún grupo es de verdad LA Iglesia Verdadera de Dios, entonces se
esperaría que implementen esta instrucción. Todos los que dicen que Cristo es su
cabeza, y sería fácil verlos siguiendo las instrucciones de Cristo en cada
asunto, esta en particular.
El obvio resultado final sería que ningún ministro o anciano tiene el derecho
independiente de expulsar a ningún miembro del Cuerpo sin la participación
pública del Cuerpo de Creyentes. Por lo tanto, cualquier grupo en el cual el
ministro expulsa una persona sin seguir los procedimientos de Mt 18 claramente
no está siguiendo a la cabeza, Cristo.
Esto ha sido un fracaso en el gobierno de la Iglesia por mucho tiempo. Las
experiencias de este año pasado hicieron que yo mirara más detenidamente los
requerimientos que el Salvador dio. Han una gran sabiduría en estas
instrucciones y en la paz que estas traen si se sigue el camino espiritual que
Él quiere.
El cuerpo debe actuar como uno, en una manera unificada. I Co 12:26-27, “Y si
un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado,
todos los miembros se regocijan con él. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de
Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.” Esto solo puede
suceder cuando le permitimos al Espíritu de Dios que nos guíe hacia la verdad.
Su Espíritu está trabajando en nosotros con un fin: la creación del carácter
justo; esto es, pensar como Dios, perdonar como Dios, dar como Dios. Además, Él
no está buscando una mentalidad “de colmena”, donde actuamos como seres que no
piensan, sin contemplar nuestras propias acciones o las del mundo a nuestro
alrededor.
Dios nos puso a cada uno de nosotros en la tierra para aprender lo que pasa
cuando se experimenta la vida fuera de las leyes que Él nos dio para vivir.
Significa ir a través de sufrimiento y ser testigo del sufrimiento de los que
están en este mundo; cómo los humanos están buscando su propia extinción.
El camino de Dios, “ese camino”, personificado por Sus leyes, estatutos y
decretos, y ejemplificado por la vida de Jesús que nos mostró cómo se deben
vivir; y nuestra creencia de todo corazón que resulta en vivir en conformidad
con ellas. Esa es la meta final de Dios. Esta es Su creación de un carácter
justo.
Antes se afirmó que “la ley de Dios controla el gobierno de Dios”
y que está en Mt 18 y su aplicación que resulta en ese control.
Como se mostró a través de la humillación de Pedro en Antioquía, todos los
hermanos desde la posición más baja hasta la más alta están sujetos a este
procedimiento fijado por Cristo. Recuerde, es la ley de Dios la que
controla estas decisiones y las acciones de aquellos que lideran. El
cuerpo al actuar como uno solo unificado puede caer en remordimiento de
conciencia, y así tener el deseo de corregir su camino. Si no, este es sacado
del Cuerpo por consenso, basado en la ley que se infringió.
Esto no se hace en secreto, o sin testigos, sino en una audiencia abierta. Los
humanos en general odian ser atrapados en un error o mentira, o en cualquier
circunstancia que les dé una mala imagen. Entre más alta sea la posición, en o
fuera de la Iglesia, más se tratará de cubrir el error. Cuando se alcanza es
escalón más alto, uno cree que se es infalible, o siente que le debe parecer así
a los otros. Muchas veces se hará lo que sea para cubrirse y ocultar su error y
debilidad. Si esto requiere la destrucción de otro individuo, esto es aceptable
a los propios ojos porque, después de todo, se debe proteger la propia
infalibilidad y reputación. En este pensamiento incorrecto se desea sacrificar a
otro, justificando las acciones propias al decir que es “por el bien de la
gente”. Este no es el camino de Dios. El camino de Dios es en el que reconocemos
nuestras debilidades y errores y los corregimos sin importar la vergüenza que
pueden causar.
Esto es precisamente el por qué Cristo instituyó Mt 18. Cuando alguien que está
liderando sigue esta dirección con los hermanos, él comprende que está sujeto a
la misma ley y procedimientos. Así muestra su propia conversión, porque él
voluntariamente se pone bajo el gobierno de Dios, regulado por la ley de
Dios. Con sentida convicción él comprende que el camino de Dios, definido
por Su leyes, es el único camino para que un verdadero Cristiano conduzca su
vida. Él voluntariamente se pone bajo esas leyes, estatutos y decretos junto con
sus hermanos.
Este proceso no es para resolver asuntos doctrinales. Las aclaraciones
doctrinales se deben lograr a través de asambleas siguiendo el ejemplo en Hch 13
y 15. La asamblea de Hch 13 refleja el deseo de dirección de Dios al llevar el
evangelio a las naciones, es decir, el trabajo de la Iglesia. Hch 15 nos muestra
cómo se debe resolver un asunto doctrinal.
Debe ser claro que las asambleas se llevaban a cabo con el propósito específico
de que Cristo, la cabeza del Cuerpo, guiara las mentes de los que resolverían
los asuntos para poder seguir el trabajo de Dios. Cuando nos ponemos en la mente
de Cristo, dejamos de lado nuestros propios deseos y pensamientos.
Ha habido siete asambleas desde la creación de este pequeño rebaño llamado la
Iglesia de Dios. Estas asambleas no eran para establecer una nueva doctrina,
sino para confirmar nuestras creencias, y en algunos casos, añadir nuevo
conocimiento a su validez para repudiar las recientes contradicciones.
Cuando estas conferencias pasadas fueron hechas, no estábamos verdaderamente
conscientes de que era el gobierno de Dios en acción. La idea era seguir el
ejemplo en Hch 13, y cada asamblea iniciaba con un día de ayuno - se abría con
una oración implorando que el Padre y Su Hijo abrieran las mentes de los que
estaban presentes a un mejor entendimiento de Su palabra; que diera
entendimiento y dirección para que lo que se le enseñara a los hermanos fuera la
voluntad de Dios.
Una agenda con los temas y planes que se iban a discutir se preparaba en avance
de la conferencia, y se enviaba a todos los que asistirían a ella. Junto con los
ministros y diáconos, otros que tenían conocimiento u otras habilidades y
experiencias particulares en ciertas áreas eran invitados. Una invitación
general era dada a cualquier otro hermano que quisiera ir.
Los puntos espirituales o doctrinales eran siempre discutidos en el día de ayuno
(el primero) de la asamblea. Un hombre haría la presentación inicial y luego el
tema se abría a discusión entre los presentes. No se le impedía a ninguno
hablar. La siguiente es una lista parcial de temas de las asambleas pasadas.
¿Era Mr. Armstrong el Elías?
El Calendario de Dios, ¿Cuándo es Pentecostés? Y ¿Pascua es el 14 o el 15?
¿Cuál es el Gobierno de Dios?
Divorcio y Segundas Nupcias
Porneia - Su Significado y Aplicación en D & R
Los Dones del Espíritu
Cuando se entró en el tema bajo discusión, el hombre consideró que el “anciano
Anciano” concluyera con un resumen de confirmación. Por ejemplo, en el caso de
“¿Era Mr. Armstrong el Elías?” es claro que Dios nos mostró a través de la vida
de este hombre que él cumplió el cargo de Elías, restaurando todas las cosas que
nos guiarían a la vida eterna.
La asamblea es claramente parte del gobierno de Dios en acción. Cristo alimenta
las ramas a través de Su palabra, dándola a esos que son responsables de guiar
el Cuerpo. Estas doctrinas son probadas y aclaradas por el propósito que Pablo
escribió en Ef 4:12-16, “…a fin de capacitar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la condición
de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para
que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por
todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas
engañosas del error; sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los
aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo, de quien todo el cuerpo
(estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen),
conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del
cuerpo para su propia edificación en amor.”
El gobierno de Dios en el Cuerpo fue dado con un propósito primordial - dar
soporte a la instrucción principal del Padre - crear un carácter justo a través
de la libre elección. Por lo tanto, ese gobierno está sujeto a las leyes,
estatutos y decretos que se nos dan en la Palabra de Dios. No se le puede
añadir o quitar a lo que Dios ha hablado.
En Mt 7:15 se da una profunda advertencia, “Cuidaos de los falsos profetas,
que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces.” Jesús está diciendo que no se puede medir la justicia de un hombre
por su apariencia externa. Los falsos profetas se verán bien por fuera - así es
como ellos engañan. Entienden que deben verse y sonar bien. Recuerde, Pablo le
dijo a los hermanos que no juzgaran solo por lo que decían, sino también por
cómo conducían sus vidas personales y como se relacionaban con los hermanos.
Buenos árboles, buenos frutos; malos árboles, malos frutos. “Por sus frutos
los conoceréis.”
Los versículos 21 y 22 de Mt 7 pueden ser una sorpresa, porque Cristo nos dice
cómo NO medir su trabajo. “No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en
el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los
cielos. Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos
milagros?"”
Los hermanos tienden a usar el criterio que Él les dijo que no usaran. Ellos
dicen, “Este hombre tiene un trabajo. Mira las revistas y libros que ha
publicado.” Y, “Mira estos programas de televisión y radio, lo buen orador que
él es.” Esto es lo que a ellos les gusta usar para medir, justo de la manera en
la que Él les dijo que no lo hicieran. Continuando en el versículo 23 vemos esta
verdad reiterada. “Y entonces les declararé: "Jamás os conocí; APARTAOS DE
MI, LOS QUE PRACTICAIS LA INIQUIDAD."” Ellos, ya sea que no practican ni
enseñan la ley de Dios como se ordena en Mt 18, o están practicando la no ley al
usar su propia medida de lo correcto e incorrecto, sin importar la orden directa
de la Palabra con relación a cómo el Cuerpo debe ser como el Padre.
Cuando permitimos que el deseo de llegar a este mundo se vuelva nuestro motivo
principal, esto nubla nuestro juicio y perdemos la vista del propósito inherente
del Cuerpo organizado: mejorar el desarrollo del individuo a través de enseñar y
aplicar la ley espiritual.
El gobierno de Dios y el
cómo se debe aplicar en la Iglesia debe ser controlado por la ley de Dios y
dirigido por nuestra cabeza Jesucristo.
Traducido por Marca Gómez