Por Don Roth, 02 de julio
de 2014
Traducción: Marcia Gómez
Muchos se han
esforzado en darle una respuesta tanto positiva como negativa a esta fascinante
pregunta. La respuesta es de suma importancia para algunos grupos religiosos
porque sus creencias se basan en la observación de un día de la semana en
particular, encontrando el origen de la observancia de este día en el Génesis,
primer libro de la Biblia donde se lee el relato de los siete días de la
creación.
Hasta ahora, todo
el material referente a este tema ha sido académico. Herbert W. Armstrong dio un
convincente argumento en su folleto de 1952,
¿Se ha Perdido el Tiempo? En este
folleto él muestra cómo el origen del tiempo puede ser remontado a la semana de
la creación. Sin embargo, él no hace referencia a una prueba matemática y
calendárica, lo que hubiese
mostrado que su trabajo estaba totalmente correcto.
Esta presentación
del calendario hace justo eso – mostrar a través de las matemáticas que el
tiempo no ha sido perdido. Es una prueba indisputable de lo exacta que es la
Biblia al mostrar el paso ininterrumpido del tiempo desde la creación hasta
nuestros días. En sí misma se convierte en una prueba de que la Biblia es un
preciso documento del paso del tiempo de los más de 6000 años de la existencia
humana.
¡EL TIEMPO NO HA SIDO PERDIDO!